Sarna

La sarna es una enfermedad infecciosa de la piel, bastante común, causada por un ácaro. El ácaro de la sarna excava la piel y produce irritaciones similares a granos.
Esta enfermedad puede afectar a personas de todos los estratos socioeconómicos, independientemente de su edad, sexo o raza.
Los brotes suelen producirse en asilos, instituciones y centros
de cuidado infantil.

La sarna se transfiere por el contacto directo piel con piel. El contagio indirecto a través de ropa interior o de la cama puede ocurrir solo si dichas prendas han sido contaminadas por personas infectadas que las hayan usado antes. La sarna también puede transmitirse durante el contacto sexual.
 El síntoma más prominente de la sarna es el picazón intensa, especialmente durante la noche. Las áreas más afectadas por la sarna incluyen la piel entre los dedos, los lados, alrededor de las muñecas, los codos y las axilas, la cintura, los muslos, los órganos genitales, los pezones, el pecho y la parte de los glúteos.

Los síntomas se presentan entre dos y seis semanas después del contacto, en personas que no hayan estado expuestas anteriormente a la sarna. Las personas que ya hayan estado expuestas a ataques anteriores del ácaro de la sarna pueden presentar síntomas entre uno y cuatro días después de nuevas exposiciones.
Una persona puede contagiar la sarna mientras los ácaros y sus huevos no sean eliminados mediante un tratamiento.

Para tratar esta enfermedad se pueden utilizar lociones para la piel que se aplican en todo el cuerpo, salvo en cabeza y cuello. Las personas que hayan tenido contacto con la piel de una persona infectada también deben recibir tratamiento.
Como prevención se debe evitar el contacto físico con personas infectadas y sus pertenencias, especialmente ropa y ropa de cama. La educación sanitaria acerca de la sarna, el tratamiento adecuado y el diagnóstico y tratamiento oportunos de las personas infectadas y sus contactos son de vital importancia.