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martes, 27 de octubre de 2015

Síndrome del arañazo de gato

En los últimos años se ha identificado la "enfermedad del arañazo del gato" como una zoonosis, es decir, una enfermedad que padecen los animales y que puede trasmitirse al hombre. También suele denominarse esta enfermedad como:
  • Enfermedad oculoglandular del arañazo de gato 
  • Linfadenitis regional no bacteriana
  • Linforreticulosis benigna por Inoculación 
  • Fiebre de Foshay Mollaret 
  • Síndrome de Debre 
  • Fiebre del arañazo de gato 
  • Adenitis del arañazo de gato 
  • Síndrome de Petzetakis 

Causas

Su agente causal es la Bartonella henselae, por lo que se conoce también a esta enfermedad como "Bartonelosis Felina".


Esta infección la padecen sobre todo los gatos callejeros, especialmente los menores de un año, y es trasmitida de unos gatos a otros por las picaduras de las pulgas. Por eso mismo las zonas de clima templado y húmedo, donde las pulgas se reproducen fácilmente, presentan mayor incidencia de la enfermedad. Al contrario que los humanos, los gatos infectados están asintomáticos, se estima que hasta el 45% de los gatos han estado infectados por la Bartonella henselae en algún momento de su vida. Aunque los gatos puedan tener la bacteria en sangre durante meses, no es necesario sacrificarlos.


Es la causa más frecuente de adenopatías (inflamaciones de los ganglios) crónicas (de más de 3 semanas de duración), en niños y adultos jóvenes tras el contacto, con gatos.


La infección se caracteriza por:

  • Aparición de una pústula, unos 3 - 10 días después del arañazo, que se suele confundir con una picadura de insecto, denominada lesión de inoculación (zona de la herida por donde los gérmenes entran en el cuerpo) que suele encontrarse en los brazos, manos, cabeza o cuero cabelludo. Una tercera parte de los enfermos tienen síntomas inespecíficos tales como fiebre menor de 38.5ºC, malestar general, disminución del apetito, y dolores de cabeza. Alrededor de dos semanas después del arañazo del gato, aparece hinchazón y dolor en ganglios linfáticos. 


La trasmisión de la enfermedad a las personas se produce principalmente a través de los arañazos, aunque también se puede dar por mordeduras o lamido de heridas.


- El diagnóstico de sospecha se realiza por la clínica, historia de contacto con gatos o crías de gato, presencia de arañazos en alguna parte del cuerpo, evidentes en el 55-70% de casos.


- El diagnóstico de confirmación se realiza mediante test intradérmicos específicos, ELISA y biopsia (operación que consiste en extirpar en el individuo vivo un fragmento de órgano o de tumor con objeto de someterlo a examen microscópico de los ganglios linfáticos).


Aunque la enfermedad del arañazo del gato cura generalmente sin necesidad de tratamiento, y deja inmunidad permanente la terapia antibiótica puede acelerar la recuperación, especialmente en las formas atípicas.


El pronóstico es bueno en general, pues se suele curar espontáneamente pasados un par de meses, excepto en el caso de los niños muy pequeños (en los que se pueden desarrollar procesos de hepatitis, o incluso meningitis, con convulsiones, coma, etc.) o personas inmunodeficientes: enfermos de SIDA, o que estén siguiendo un tratamiento contra el rechazo de trasplantes o quimioterapia.

¿Se puede prevenir esta enfermedad?

Como siempre, es más fácil la prevención, para lo cual conviene seguir ciertas recomendaciones:
- Evitar el contacto con los gatos callejeros, y no recoger en casa un gato de la calle sin un examen previo por el veterinario.
- Evitar que nuestros gatos domésticos críen pulgas mediante un adecuado plan periódico de desparasitación.
- No dejar que niños menores de un año jueguen con gatos jóvenes.
- Lavar y desinfectar bien cualquier arañazo y no dejar al gato lamer nuestras heridas.
- Evitar el contacto con gatos sospechosos de aquellas personas enfermas de SIDA o trasplantados (con compromiso del sistema inmune).




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